Mural MASA de OLFER

Saludamos y agradecemos al artista OLFER por su solidaridad, por el respeto al derecho de enterrar a nuestros familiares y honrar su memoria, con este mural en base al poema "Masa" de César Vallejo. Por ello la prensa macartista y voces antidemocráticas se han pronunciado tildando este mural como apología al terrorismo y a su vez planeando modificar y endurecer más las leyes de Negacionismo y de Apología. Rechazamos esas imputaciones de quienes pretenden un encono perpetuo en nuestro país. ¡No hemos cometido ningún delito! ¡Enterrar a nuestros muertos no es delito! oHacer romería para enterrarlos tampoco cmo mendazmente propalan algunos medios de comunicación usando el inexistente “rebrote del terrorismo” para hacer consentir al pueblo y a la opinión pública la necesidad de una represión contra nosotros sus familiares, sus amigos y abogados.

Mural "Masa" a 30 años del Genocidio de los penales, del Fronton, Lurigancho y Callao, mas de 250 cuerpos de presos políticos y de guerra, asesinados por Alan Garcia y compañía. solo apenas 21 han sido entregados a presión de los familiares y todos los demás siguen secuestrados por el Estado peruano, aun así ni siquiera le permiten un lugar donde enterrar a estos peruanos, pretendiendo destruir sus nichos, todo esto acompañado de una prensa recalcitrantemente reaccionaria. Toda la fuerza y solidaridad a los familiares quienes organizados vienen resistiendo a toda esa campaña de persecución política, y por la construcción de la verdad histórica y de la memoria de nuestro pueblo.
Asimismo rechazar y condenar la censura a la creación y el borrado de obras publicas que sistemáticamente se viene aplicando en nuestro país por parte de las autoridades, atentando contra al libertad de pensamiento, expresión y creación. un agradecimiento especial a todos los que colaboraron para la elaboración de este proyecto en la parte logística, materiales y la ejecución, Daeyan, Carmen, Luis Urrego 

Poema - Masa
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...
-César Vallejo